Felipe
Torres Vargas
Simpson fue condenado en 2008.
AFP
OJ Simpson, conocido por su destacada carrera en la NFL, falleció el 11 de abril, dejando un legado que va más allá del fútbol americano. Aunque su juicio por el asesinato de su exesposa Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman en 1995 terminó en absolución, fue otro delito el que lo llevó tras las rejas.
En 2008, Simpson fue condenado por un caso de robo a mano armada y secuestro en Las Vegas. El incidente ocurrió en un hotel donde confrontó a dos vendedores acusándolos de haber robado sus recuerdos personales. A pesar de las críticas y la controversia, Simpson fue declarado culpable y sentenciado a 33 años de prisión.
En octubre de 2017, Simpson fue liberado bajo fianza, generando sorpresa y debate. En la audiencia de libertad condicional, expresó su arrepentimiento y su deseo de redimirse ante sus hijos y la sociedad. A pesar de su fama y éxito en la NFL, su vida estuvo marcada por la controversia y los problemas legales.
El juicio por el asesinato de su exesposa y su amigo lo convirtió en un personaje polarizador, y sus problemas posteriores con la ley solo contribuyeron a su legado complicado. Con su fallecimiento, se cierra un capítulo en la historia de O.J. Simpson, dejando atrás una vida llena de altibajos, controversias y un legado que sigue generando debate y discusión.