"No vengo aquí a caer bien" : Javier Aguirre se destapó tras la remontada y clasificación de México
Javier Aguirre dejó a más de uno con la "boca abierta" al haber vencido a Honduras con un equipo alterno al del partido de ida.
La Selección de México se instauró en la instancia de las semifinales de la Liga de Naciones al ganarle en el marcador global a la selección que encabeza el estratega colombiano, Reinaldo Rueda. Los mexicanos hicieron respetar su casa y con un contundente 4-0 sellaron su cupo a la siguiente fase del torneo y de paso ganaron uno a la Copa Oro de 2025.
El cuadro hondureño llegaba a este compromiso con una ventaja de dos goles que obtuvieron en condición de local, la cual hubiera podido llegar a significar que su clasificación ya estaría concretada, pero Javier Aguirre les negó la oportunidad de seguir soñando y luchando por alcanzar este título.
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Lo que realmente sorprendió en este encuentro de selecciones centroamericanas fue que el estratega mexicano de 65 años, Javier Aguirre, llegara a este enfrentamiento con una nómina, casi que por completo, diferente. Aguirre se encargó de realizar ocho cambios en la titular en comparación al compromiso que se disputó en San Pedro Sula.
El atacante, Raúl Jiménez, el mediocampista, Edson Álvarez y el defensor central, César Montes, fueron los futbolistas que mantuvieron sus lugares en el once inicial en relación al partido de ida. Estos cambios tácticos que llevó a cabo el estratega rindieron frutos y le permitieron a México seguir en la disputa por un nuevo título.
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Javier Aguirre pasó de ser villano a héroe con este resultado, su rendimiento fue juzgado al irse dos goles a bajo en el Estadio Francisco Morazán y comenzó también con el pie izquierdo cuando dio a conocer el equipo titular que saltaría al terreno de juego en el partido de vuelta, en donde se vio gran cantidad de cambios, pero le sirvió para darle pausa a las críticas que estaban en su contra, aunque dijo que su trabajo no era "callar bocas".
"Mi trabajo no es callar bocas, realmente lo mío es lograr que el equipo juegue mejor, no me detengo en cosas que no puedo controlar, no vengo aquí a caer bien, entiendo la crítica, la recibo y la proceso, pero hasta ahí, esto no me influye para tomar ciertas decisiones, estaba muy tranquilo. Nunca jamás en la vida me he metido con nadie, lo que a mí compete, es cierto, que se puede ver en la línea cosas y me da vergüenza".