Brock Purdy jugó a medio ritmo: “No podía lanzar más allá de cinco o diez yardas”

El mariscal de campo de los San Francisco 49ers, el novato Brock Purdy, explicó este domingo tras la derrota de su equipo ante los Philadelphia Eagles que apenas podía lanzar el balón debido a un dolor intenso en el brazo derecho, especialmente a la altura del codo. 

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"No podía lanzar nada más allá de cinco o diez yardas", detalló en la rueda de prensa. 
 
Purdy se someterá el lunes a una resonancia magnética para conocer el alcance de su lesión. 
 
En la final de la NFC, los Eagles se impusieron con claridad a unos 49ers lastrados por las lesiones y la mala suerte (31-7) y se medirán en el Super Bowl a los Kansas City Chiefs, que derrotaron por el título de la AFC a los Cincinnati Bengals (23-20) 
 
Tras las lesiones durante la fase regular de sus mariscales de campo Trey Lance y Jimmy Garoppolo, San Francisco volvió a sufrir este domingo con los problemas físicos de sus 'quarterbacks' ya que el novato Purdy recibió un duro golpe en el codo y su sustituto, Josh Johnson, tuvo que abandonar posteriormente el encuentro por una conmoción cerebral. 
 
Purdy, el "Señor Irrelevante" del pasado draft (la denominación coloquial en la NFL para el último seleccionado de cada año), había protagonizado un viaje mágico en San Francisco con actuaciones magníficas y aspiraba a ser el primer 'quarterback' novato en proclamarse campeón de conferencia. 
 
Pero en su primer 'drive' ante los Eagles, Purdy recibió un golpe en el codo derecho por parte de Haason Reddick que le dejó tocado y le obligó a abandonar el encuentro. 
 
"Que suceda esto en el primer 'drive'... Estoy simplemente frustrado", apuntó tras el partido. 
 
También dijo que estaba sobre todo "triste" por los veteranos del equipo de San Francisco, que se quedó por segundo año consecutivo a las puertas del Super Bowl (el curso pasado cayeron en la final de la NFC ante Los Angeles Rams). 

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En el tercer cuarto ante los Eagles, las desgracias continuaron para los 49ers cuando Johnson tuvo que dejar el encuentro por el protocolo de conmoción cerebral, por lo que Purdy, con el codo entre algodones, tuvo que regresar al partido pese a que no podía lanzar el balón.