[VIDEO] Joselito Adame fue embestido por toro en Feria de San Marcos en Aguascalientes
El torero mexicano está en delicado estado de salud.
La décima primera corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes finalizó con cuatro orejas y un rabo para el mexicano Diego San Román, una oreja para el español Emilio de Justo y otra para el también mexicano Joselito Adame.
Los toros de San Miguel de Mimiahuapan fueron mansos y escasos de trapío. El segundo de la tarde fue devuelto a corrales por mala presentación y caerse. Se registró tres cuartos de entrada.
La mansedumbre y peligro de los astados marcaron la corrida de Aguascalientes hasta que el juez de plaza decidió dar un rabo a Diego San Román. El premio por desproporcionado demeritó el buen hacer de San Román quien, a diferencia de sus compañeros de terna, enfrentó el peligro con pureza y valor.
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Las dos primeras orejas del mexicano las obtuvo de un toro que parecía desplazarse.
San Román inició con la muleta citando de lejos, desde el centro del ruedo, con estatuarios por la espalda. El astado se desentendió de la tela y se fue a por el diestro. Lo prendió con violencia, sin consecuencias.
Insistió en meter en la muleta al peligroso bovino, lográndolo en un par de ocasiones, dos tandas de dos pases muy quietos, asomando al contrario. De nuevo fue volteado en un intento de pase circular.
Los tendidos se dejaron llevar por la emoción y tras matar San Román, de una buena estocada, el palco otorgó dos orejas que algunos con razón protestaron.
El rabo era de un cierra plaza que se defendía al embestir, esperaba. Ya con el capote un San Román decidido logró hacer obedecer al descastado. En la muleta repitió la ecuación. Se cruzó, templó y quieto mandó al manso. Éste abruptamente tomaba la tela, pasando ceñido por el traje del de luces.
Por el pitón izquierdo el animal se quedaba descaradamente, pero no por ello San Román cambió su discurso.
El final de faena fue más verbenero. Una demostración de valor que no sumó mucho y estuvo a punto de costarle un disgusto al torero cuando para finalizar, San Román, arrojó el engaño y quedó desnudo frente a los pitones del toro. El Mimiahuapan le soltó un derrote final.
No hubo cogida.
Mató de otra buena estocada. Atesoró dos orejas y el rabo. Este último fue muy protestado.
Por su parte el español Emilio de Justo estuvo monocorde en su presentación en México.
A su primero lo toreó por bajo al arranque de la faena de muleta, muy inclinado. Se alzó el matador levemente y con insistencia sacó algún pase de la res. Con la izquierda semejante propuesta, más brega que toreo. Tras unas bernardinas, De Justo mató al segundo intento y saludó al tercio.
Su apéndice lo obtuvo tras torear de nuevo encorvado a un descastado, sin querer saber nada del contrario, recuperando terrenos y acompañando los remates de los pases con gritos y poses de torería y temple.
La interpretación alcanzó altas cotas con la muerte del toro y pudo computar un apéndice. Algunos aplaudieron el arrastre del manso.
Inconsciente fue sacado de la plaza de toros de Aguascalientes el torero hidrocálido Joselito Adame tras ser embestido por este ejemplar de San Miguel de Mimiahuapam. Las imágenes lo dicen todo, el diestro está grave. Ojalá sobreviva. pic.twitter.com/PpebhPFovD
— PUEBLA DIARIO (@PueblaDiario) May 2, 2023
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El mexicano Joselito Adame fue prendido de manera violenta por su segundo por lo que hubo de retirarse del ruedo.
El toro se empleó bien en el caballo asomando algo de casta. En la muleta embestía con genio y Adame con este engaño estuvo precavido al citar. El toro iba recortando la embestida cada vez con más peligro, hasta que prendió a Adame con violencia en un cambiado.
Al caer el torero quedó inerte y el astado le soltó un derrote en la cara. La plaza temió lo peor pero Adame pudo salir a saludar a los aficionados para tranquilizarlos tras finiquitar el toro De Justo.
Su oreja la logró citando indefinido, el toro le arrollaba por ello. Se sumó, como De Justo, al mono pase en redondo sin cruzarse y luego se dedicó al tremendismo en la cara del toro ya exhausto. Una estocada casi entera sirvió para obtener una oreja protestada.