Noche para el olvido: Manchester United sufre dolorosa remontada en Champions
Manchester sufrió la expulsión de un jugador.
El Manchester United perdió un partido de locura en el Parken de Copenhague (4-3), lleno de incidentes de todo tipo, con intervención decisiva del VAR y que ganaba por dos goles, un resultado que compromete seriamente sus opciones en la Liga de Campeones y deja en el alambre a su técnico, Erik Ten Haag.
"Tu teatro de las pesadillas", rezaba una pancarta (que jugaba con el sobrenombre del estadio del United) en el impresionante tifo del fondo de la hinchada del Copenhague, recordando el triunfo de su equipo frente al mismo rival y en la misma competición en 2006, y parte de cuyos protagonistas fueron homenajeados antes del encuentro.
El partido tuvo de todo: siete goles, dos de penalti señalados por el VAR, una expulsión, remontadas, un primer tiempo con trece minutos de descuento por varias interrupciones (una invasión de campo y dos espectadores que necesitaron atención médica) y un final feliz para el campeón danés, que ya había merecido mejor suerte hace dos semanas en Manchester.
El Manchester United hizo un ejercicio de efectividad en la primera media hora, con dos goles en sus dos primeras llegadas claras, ambas con el mismo finalizador, Rasmus Højlund, el joven delantero danés salido de la cantera del Copenhague que dejó el equipo hace dos años como un desconocido y ahora es una estrella.
El primero, fue una jugada brillante, entre Rashford, Wan-Bissaka y McTominay, que dio el pase de la muerte al once de los "diablos rojos".
El segundo vino precedido por un error de Vavro que propició una contra fugaz. Grabara sacó el disparo de Garnacho, pero Højlund estaba allí para recoger el rechace y marcar a puerta vacía.
El Manchester United tenía el partido donde quería, controlado, frente a un Copenhague que había salido enrabietado pero al que los goles habían dejado sin aparente respuesta, y que pudo llevarse otro tanto en una nueva contra que Højlund mandó cerca del palo.
Y entonces llegó la roja directa a Rashford por pisotón a Jelert, tras previo aviso del VAR. Y el partido se volvió loco. Bruno Fernandes casi marca en propia puerta. Elyounoussi culminó un pase de la muerte de Ankersen.
Y Gonçalves, el más inspirado de los locales, empató de penalti, por mano de Maguire, en el descuento.
A Ten Haag se le planteaba un dilema ante la necesidad de una victoria para no complicarse su futuro en la competición y en el banquillo. Y optó por sentar a Eriksen en el descanso por Amrabat para darle más solidez al medio del campo, en un 4-2-3, con Garnacho y Fernandes en los extremos.
No resultó del todo. El United no creaba nada, aunque tampoco pasaba demasiados apuros. Hasta que de nuevo el VAR, por tercera vez, entró para advertir al árbitro de una mano de un zaguero danés que pareció clara y que Fernandes convirtió en el 2-3.
El Copenhague tocó a rebato y se lanzó a por una nueva remontada, frente a un United que esperaba bien cerrado a que pasase el tiempo. Pero tan atrás se metió que, por mero empuje, los locales empezaron a achuchar y acabaron empatando con un remate en boca de gol de Lerager a centro de Falk.
Tuvo el cuarto Claesson en un rechace, pero marró con la zurda. Y, a la siguiente, Roony Bardghji, el adolescente sueco-sirio de 17 años que va camino de ser una estrella, completó con un zurdazo la remontada que revive al Copenhague y deja muy tocado al United y a Ten Haag.