De la cárcel a la Copa América: jugador ex convicto fue convocado por su selección
Tras pasar cinco años en prisión, el mediocampista volvió al fútbol profesional y ahora es tenido en cuenta por la selección.
Se viene una nueva edición de la Copa América, y con ella son varias las historias que salen a relucir, en donde destaca una de resocialización, pues un futbolista preconvocado por parte de una de las selecciones participantes estuvo en prisión por más de un lustro.
Es el caso específico de Luciano Cabral, un mediocampista de 29 años (26 de abril de 1995) quien si bien nació en Argentina tiene ascendencia chilena, por lo que se ganó el privilegio de ser preconvocado a La Roja dado su buen desempeño en el pasado reciente.
Y es que Cabral tuvo un receso prolongado en su carrera deportiva, ya que a inicios de 2017 -cuando militaba en Athletico Paranaense de Brasil- fue condenado a 114 meses (nueve años y medio) de prisión efectiva, pues fue hallado coautor de homicidio.
El delito por el cual fue inculpado el jugador ocurrió en Mendoza (Argentina) el 1 de enero de 2017 y en él también se vio involucrado su padre; al entregarse a la justicia continuó el proceso y fue condenado. No obstante, Cabral recibió la libertad condicional cinco años después (2022) debido a buena conducta, y allí tuvo su renacer profesional.
Una vez Luciano Cabral salió de prisión entrenó por un lapso corto con Argentinos Juniors -ya había jugado en el Bicho entre 2013 y 2016-, y luego de esto fue fichado por Coquimbo Unido de Chile, teniendo su primera experiencia profesional en suelo austral.
Ya jugando en el Pirata, Luciano Cabral retomó su nivel y ha vivido algunos de sus mejores momentos en el balompié profesional, pues se ha convertido en figura y esto se vio ratificado en su inclusión en el 'Equipo ideal del 2023' en Chile, siendo premiado en la Gala Crack Easy.
Ahora, menos de dos años después de haber salido de prisión, Cabral ha sido citado por el entrenador de Chile, Ricardo Gareca, para la Copa América, enfatizando en que integra el listado de preconvocados.
Aun así, este hecho ha sido aplaudido en todo el continente debido a la capacidad del mediocampista para reponerse tras las secuelas físicas y psicológicas que dejó el estar en prisión; además, es visto como un ejemplo de resocialización, que es uno de los puntos débiles de los sistemas carcelarios en toda Latinoamérica.